Tendemos a ver muchos objetivos separados: rendimiento objetivo, fecha de entrega, gastos operativos, calidad y seguridad. Muchas veces estos objetivos parecieran tener requerimientos que se encuentran en conflicto.
Sin embargo, cuando nos enfocamos en mejorar el flujo del sistema, podemos alcanzarlos.
Todos los conflictos percibidos y las optimizaciones
locales dejan de tener importancia.